CREATIVIDAD. Técnicas de creatividad.

CREATIVIDAD. Técnicas de creatividad

La creatividad puede ser trabajada desde distintas perspectivas y usando técnicas y estrategias muy variadas. Sin embargo, a pesar de que cada técnica y estrategia tienen distintos procesos, todas tienen un mismo objetivo: desarrollar en los más pequeños una de las habilidades, a mi parecer, más importantes y más útiles tanto a corto como a largo plazo durante el desarrollo de los niños. 

De las siete estrategias de la creatividad que existen, me gustaría destacar algunas de las cosas en las que se basan, ya que me parece importante mencionarlas y adquirirlas para trabajarlas en un futuro con mis alumnos.

En primer lugar, decir que estoy totalmente de acuerdo con que para llegar a la creatividad o para desarrollar algo creativo es necesaria una cierta precisión pero realizando las cosas con calma y tranquilidad, de manera que esa paz y tranquilidad nos ayuden a generar ideas. Considero que la tranquilidad y la delicadeza a la hora de realizar algo



son cruciales. Cuando nos paramos a pensar, tomándonos nuestro tiempo en las decisiones sobre cómo vamos a hacer las cosas, es cuando realmente nos sale multitud de formas de hacer, materiales que utilizar; y con la tranquilidad, de la mano viene la precisión ya que para la realización de ciertas cosas, esta habilidad es primordial.

Además de la precisión y la tranquilidad, otra de las características principales que muestra una persona creativa es la gran motivación por lo que hace. Es importante que descubramos nuestras fuentes de motivación ya que es una pieza fundamental para dar rienda suelta a nuestra creatividad.

            También estoy de acuerdo con que hay que desechar la idea de que para ser creativo hay que ser un genio. En mi opinión, la cualidad de genio reside en el modo en que una persona procesa la información y de cómo ésta se transforma en un estímulo que desencadena el proceso creativo. Yo creo que ése es el talento, la intuición creativa, algo que va más allá de la pura inteligencia.

            La mejor forma de incrementar la creatividad es practicando. Así pues, en clase Imanol nos propuso una actividad.
En primer lugar, debíamos realizar una flor; una flor lo más creativa posible.
Unas realizaron una flor sin más, otras crearon flores cuyos filamentos terminaban con formas de corazones, estrellas o nubes. Otras, como vemos en la imagen de la derecha creaban tallos que eran escaleras y el polen el globo terráqueo.





Después de opinar todas cuáles considerábamos las más creativas, Imanol nos propuso otro ejercicio más complicado. A partir de un garabato que nos hacía a cada una en el folio, debíamos crear una flor.
Con esta actividad comprendí que la creatividad no solamente se basa en realizar las cosas de una determinada forma, y que muchas veces realizamos una cosa según la concepción que tengamos de ella. Debemos romper los esquemas que tenemos, buscar otra forma de hacer creatividad.

A modo de conclusión, me gustaría decir que una de mis labores fundamentales como docente en un futuro, no muy lejano espero, es potenciar y desarrollar la creatividad en los niños. Para ello, haré uso de todas las estrategias y técnicas que estén al alcance de mi mano: lluvias de ideas, asociación forzada, sinéctica, CREATES…
Así, me gustaría también, nombrar una cita de Albert Einstein, “No puedes resolver un problema con la misma mente que la creo”. Considero esta cita de lo más razonable, ya que si planteas un problema e intentas solucionarlo, posiblemente lo hagas desde la misma perspectiva de origen de ese problema. Cuando vamos a solucionar un obstáculo que se nos ha planteado, debemos cambiar la imagen de ese obstáculo, o mejor dicho, debemos eliminar de nuestra mente todo lo que ese obstáculo conyeba: frustración, en muchos casos ira, bloqueo, angustia… Como en la realización de algo creativo, para resolver un problema, creo que lo mejor es tomarse las cosas con calma, con tranquilidad y hacer las cosas lo mejor posible.

            La actividad que propondría en cuanto al objetivo de desarrollar la creatividad en mis alumnos, se basaría en la técnica de SCAMPER ya que me parece una muy buena opción para que los niños pongan en funcionamiento y desarrollen con más fuerza su fluidez mental y la creatividad.
Como en otras reflexiones  cuyas actividades han sido incorporadas en un proyecto sobre el otoño, esta actividad también iría basada sobre el mismo.
Así pues, la actividad comenzaría en la realización de un mural individual sobre la estación del otoño en diferentes lugares (en un lago, en un bosque…). Cada niño dispondría del material necesario individualmente (folios, papel, pincel, etc.) y dispondría en el centro del aula del material alternativo (esponjas, pintura de dedos, pegamentos, etc.) La actividad se llevaría a cabo durante una sesión o dos, incluso tres si fuese necesario, y el resultado de la actividad no consistiría en que todos los murales quedasen igual a un mural patrón, sino que cada mural se correspondiese con la creatividad de cada niño.
Con esta propuesta los niños podrían:
  •  Sustituir: los niños utilizarían diferentes colores dependiendo de  el lugar que estuviesen representando. Por ejemplo, si están representando el otoño en un lago entrarían colores fríos para el agua, la hierba que hay… Sin embargo, si representasen un bosque, entrarían en juego más colores cálidos para representar las hojas de los árboles por ejemplo
  •  Combinar: los niños dispondrían de diferentes recursos (pintar con las manos y los pies, pinceles, esponjas, etc.) los cuales serían escogidos por los mismos según sus preferencias, dejando así que combinasen todos los recursos a la vez y que irían desarrollando su creatividad.
  •  Adaptar: la clase de al lado estaría trabajando con los animales. Por lo tanto aprovecharíamos la ocasión y utilizaríamos estos animales para adaptarlos al lugar que corresponden dibujándolos en el mural. Por ejemplo, en el lago irían los patos, los mosquitos, los peces, etc. En el bosque el oso, la serpiente…
  •  Modificar: se les pondría a los niños diferentes sonidos (viento y hojas secas en otoño que correspondería al bosque, sonido del agua, etc.) según el lugar que correspondiese. Los niños tendrían que plasmar en cada lugar lo que les suscitase la música.
  •   Proponer para otros usos: se les proporcionaría a los niños los colores primarios (en cubetas de témpera), con el fin de que al mezclarlos fuesen descubriendo nuevos colores. Tras el descubrimiento,  los niños tendrían que añadir estos colores descubiertos a los distintos espacios que hubiesen plasmado.
  • Eliminar: eliminaríamos los elementos naturales. Es decir, se les propondría a los niños que siguiesen la actividad pero, es ese momento, no podrían dibujar elementos naturales en sus paisajes recurriendo a otros rasgos característicos que no tuviesen que ver con la naturaleza. Por ejemplo, en un lago es característico hay haya papeleras o bancos.
  •  Reordenar: realizaríamos una asamblea donde se identificaría cada paisaje con todos los elementos trabajados, buscando si fuese posible, la relación paisaje- colores. Así mismo, cada niño enseñaría al resto de sus compañeros su obra creativa realizada. 

Propuesta de currículum

         Propuesta de currículum.

En primer lugar, para hablar de los procesos de producción o creación voy a establecer la comparativa entre los distintos tipos existentes:
  •           Espontánea: consiste en decirle al niño que haga algo, y éste lo hace de manera espontánea. En este proceso de creación no existe una pauta o solicitud.
  •           Inducida: no es hacer lo que el niño quiera, sino que de alguna manera le empujamos a que haga algo en la dirección que estamos trabajando pero sin establecer pautas.
  •           Dirigida: la criatura sigue los pasos que de alguna manera la actividad o la maestra le va guiando.

Sobre esto se creó un debate en relación a si dar un folio y proponer al niño que dibuje lo que quiera es establecer pautas o no. Personalmente opino que en esa situación no das ninguna pauta en cuanto a lo que el niño debe dibujar se refiere, pero sí que es cierto que otorgando al niño un folio ya estas determinando o condicionando su acción. Digo esto porque creo que cuando dejas a los niños que realicen un dibujo libre debe ser libre en todos los sentidos, ya sea en cuanto a qué dibujar, como en material y técnicas.

Las anteriormente nombradas formas de creación, son sólo formas de hablar ya que la producción artística tiene muchos matices. Tenemos que ser conscientes de qué grado de espontaneidad y libertad tiene cada actividad, no podemos meter las actividades en un cuadro y señalar cuál es inducida o cual espontánea… La palabra no es lo relevante, es el grado de espontaneidad. Con esta última afirmación estoy totalmente de acuerdo ya que lo que importa no es la clasificación de las actividades, sino el grado de espontaneidad con la que somos capaces de afrontarla. Creo que la producción puede aparecer desde diversas propuestas, pero lo importante es que tengamos conciencia de que hay diferentes maneras de enfrentarnos a una producción, que no siempre tenemos que recurrir a las mismas técnicas, sino que debemos buscar la originalidad y dependiendo de lo que queramos representar o expresar busquemos la estrategia más adecuada para ello.

En educación infantil, hay que enseñar a los niños a que vayan tomando conciencia de que una producción creativa también puede ser planificada. No toda producción tiene que ser el resultado de la espontaneidad, sino que puede ser el motivo de una programación y que el resultado final ya fuese previsto.


Destaca Monet. Este artista investigó sobre el efecto de la luz. Cada día, según qué tiempo hacia (sol, lluvia, etc.) pintaba, de manera que obtenía de una misma imagen un montón de distintos puntos de vista con diferentes luces. 



                                      



Tomando como punto de referencia a este artista realizaría con mis niños una actividad que diese pie a situaciones donde la luz interviniese y sería la protagonista.
Lo primero de todo, sería aprovechar la luz que entra por las ventanas de nuestra clase. Durante el año, la luz que entra en este espacio se va modificando, ya sea por los cambios meteorológicos, o bien por la propia posición del sol a lo largo del día. También utilizaríamos la luz artificial con el fin de que los niños pudiesen comparar los distintos efectos  y posibilidades que ambas luces ofrecen.
Los reflejos de la luz solar que entra por las ventanas pueden ser proyectadas en una pared o sobre una vidriera, en materiales trasparentes, en cristales, espejos… y dependiendo del tipo de luz, la observación y las posibilidades serán diferentes.
Hay momentos en que los rayos de sol chocan y se descomponen originando imágenes fantásticas y de una gran belleza. La luz sobre la pared, nos da la oportunidad para trabajar con las sombras de nuestro propio cuerpo, con títeres… El espejo posicionado de una determinada forma proyecta los colores del arco iris. También podríamos trabajar con papeles de celofán de tal modo que podríamos crear un ambiente cargado de una gran variedad de colores y realizar combinaciones, creando un ambiente mágico.

Para trabajar la luz en diferentes espacios, aparte de ser trabajado en el aula, saldríamos al patio para tener un contacto directo con los distintos tipos de luces que la naturaleza nos proporciona. Así, me gustaría que podríamos salir al patio (con una indumentaria adecuada, claro está) en días de lluvia, aparte de los días de sol, con la 
 intencionalidad de que los niños pudiesen captar e interiorizar las diferentes luces. Mirar el cielo y establecer comparaciones, ver los distintos reflejos que se  crean en los charcos una vez amainada la lluvia, que pudiésemos tumbarnos bajo un árbol en un día soleado para poder apreciar los distintos matices y combinaciones…
Aprovechando el sol, en distintas horas del día, trabajaríamos también las sombras; que los niños observasen que según nos movemos éstas se hacen mayores o más pequeñas y que dependiendo de la hora del día sus sombras no se encuentran en el mismo lugar. 
 En contraste con la luz natural, también me gustaría trabajar la luz artificial que por ejemplo nos proporciona una linterna. Así pues, invitaría a los niños que experimentasen distintos modos de trabajar con esta herramienta. Enseñaría cómo haciendo un pequeño agujero en un material opaco (por ejemplo el cartón), conseguimos que pase por él un pequeño hilo de luz. Proporcionaría también distintos tipos de materiales como papel de plata, de celofán, translucidos con el objetivo principal de que viesen que la luz proyectada en distintos tipos de materiales, se transforma y modifica.
Estas actividades relacionadas con la luz, serían introducidas en un proyecto denominado “exploramos con la luz”.





Exposición de Tudela


Exposición de Tudela.     

            La exposición que se relata en el vídeo, es sobre una exposición en un colegio de Tudela en la que los niños han expuesto sus obras y son ellos mismos quienes tienen que explicar qué han hecho, cómo y por qué.
En una primera parada para reflexionar, Imanol nos plantea la siguiente pregunta: ¿quién sabe qué es lo peculiar en esta exposición que está en ese fotograma? (imagen de una parte del vídeo). Varias compañeras intentaron adivinar qué era lo extraño en esa imagen congelada, pero finalmente caí en la cuenta que lo extraño era un mural cuyo título era “Cómo hemos trabajado”. Este mural era lo extraño porque hoy en día, desafortunadamente, en muchos centros educativos no se da valor al proceso sino que es el resultado final lo que se convierte en lo primordial, cuando el proceso y los pasos para obtener esos resultados es y debería ser considerado por todos, lo más importante tanto a nivel personal como educativo de cada niño.  


         En una segunda parada, vemos otro aspecto importante a destacar. Vemos cómo la maestra, está continuamente realizando preguntas obvias a los niños cuyas respuestas ya sabe. Sería mucho más interesante si la maestra no interviniese y los niños pudiesen explicar libremente y diesen su propia opinión ya que si la maestra media tanto, condiciona las respuestas de los pequeños. La clave principal reside en cómo se interviene para hacer que emerja esa información sin ser la propia maestra quien la diga. Personalmente opino que la maestra debería preguntar de manera no directa, guiar sus respuestas pero sin que en la pregunta aparezca la respuesta. Por ejemplo: ¿qué os suscitan estas imágenes? ¿Con qué lo habéis pintado? En vez de preguntar, como hace esa profesora, ¿lo habéis pintado con ceras, no?

      Además, creo que si se va a realizar una visita guiada hay que tener en cuenta cómo la hemos preparado. Si por ejemplo, los niños de segundo de primaria tienen una información acerca de sus obras, ¿por qué no ser ellos quienes preguntan y no la maestra? Y, ¿por qué no deja ésta que haya una comunicación, una conversación entre los propios niños? En el momento en que la maestra interviene, el niño se coloca involuntariamente en la posición de yo soy el niño y tú la maestra y por tanto la que sabe. La preparación y que sepan cómo van a actuar es importante, pero también lo es que sepan que son ellos los protagonistas de esa exposición y que son ellos los que saben mejor que nadie con qué materiales han creado sus obras, por qué y qué es lo que querían expresar con ellas. 

Otra de las cosas que me parece importante destacar de este vídeo, es el tiempo. Los tiempos en infantil no son los mismos que los nuestros. La profesora no muestra la suficiente paciencia para dejar que el niño tenga su silencio, lo piense, le salgan las palabras porque es la maestra la que rápidamente interviene por él. Considero que es primordial que como docentes aprendamos a respetar los tiempos de los más pequeños, que aprendan a expresarse como ellos quieren ya que si intervenimos por ellos siempre, puede que no desarrollen correctamente la habilidad de expresión y les dificulte la tarea que en un futuro les pueda servir de utilidad.

Así como hay que aprender a respetar el tiempo de los niños, es importante que también dejemos que éstos discutan sus propias decisiones ya que como podemos ver en el vídeo, muchas veces los niños tratan de explicarse los unos a los otros por qué lo han hecho así y no de otra forma y la maestra les interrumpe imponiendo su voz sobre la de ellos. Otra cosa importante que debemos aprender a evitar, es la repetición de todo lo que los niños dicen. Un ejemplo de esto, es que en un momento el niño dice que lo ha hecho con rotuladores y la profesora recalca: ah, ¿sí? ¿Con rotulador?

         En una cuarta parada del vídeo, vemos como a parte de los dibujos colgados, al lado de éstos aparece un papel explicativo con información acerca del cuadro. Desde el punto de vista educativo, es una pena porque es muy poco legible. Además de estos papeles explicativos, están las cartelas en las cuales se pone el nombre del autor, el titulo…

           Una cosa muy importante que podemos aprender de este vídeo, es la importancia de que en la escuela los niños tengan la palabra. Desgraciadamente, este hecho se produce muy pocas veces, y es algo primordial ya que si no corremos el riesgo de que los niños no desarrollen la capacidad de hablar en público. Ésta debe ser uno de las tareas en infantil, y debemos trabajarlo ya que si hacemos que los niños sean capaces de hablar en público, de presentar ante sus compañeros cualquier cosa, estaremos brindando a esos niños competencias muy útiles para la sociedad contemporánea. Cada día, en nuestra clase, en alumnas de la universidad, vemos las dificultades de algunas de nosotras para expresarse en público o colaborar en clase; cosa que limita mucho a la hora de preguntar dudas o que evita sumar puntos en cuanto a la intervención que algunos profesores tanto estiman. Si nosotros no elaboramos el discurso, alguien lo hace por nosotros.

                Como comentario final al vídeo, decir que no se trata de un proceso de aprendizaje, ya que si así fuese se produciría un proceso en el que los niños expondrían lo que quisieran y como quisieran. Sí que es cierto que existe un proceso porque la maestra les enseña cómo echas las gotitas, cómo hacer con el pincel con el objetivo principal de obtener una determinada imagen, y porque todos los pasos están diseñados para obtenerla; pero no existe aprendizaje como tal.

Además, y desgraciadamente, está muy instalada la idea de que nuestra labor en educación artística es hacer cosas bonitas, resultonas. En el momento en que pensamos que el objetivo de la educación artística es ese, es cuando empezamos a decir esto hay que hacerlo de esta determinada manera, y mientras nuestra concepción de educación artística esté centrada en torno a esta idea, no vamos a hacer otra cosa más que reproducir las actividades más espectaculares que nos encontremos. En el momento que cambiemos el peso de ahí hacia el aprendizaje y estemos pensando, trabajando y hablando sobre qué aprendizajes se están produciendo en cada una de las actividades que estamos llevando a cabo, nos liberaremos de ser presos del simple hecho de que nos salgan las cosas bonitas, espectaculares y dejaremos de dar prioridad a dejar a los receptores de nuestras obras con la boca abierta. 

                La actividad que propondría para trabajar de manera global todo lo expuesto sería la siguiente:

Dotaría a mis alumnos de una paleta de colores con témperas y pinceles, así como pintura de dedos de manera individual. Además, también proporcionaría en el centro de la clase material alternativo para que los niños tengan distintos recursos a su disposición y puedan realizar como deseen el cuadro que les plantaríamos. Así pues, platearía a los niños que realizasen una obra relacionada con el otoño dado que esta actividad iría dentro del proyecto relacionado con el mismo. La obra debería ir en relación a aquello que esta estación les suscite, o a un paisaje típico de esta temporada, en definitiva, un dibujo de manera inducida (libre pero relacionado con el tema que estamos trabajando).

Una vez que los niños terminasen con sus obras, realizaríamos nuestro pequeño museo. Expondríamos todos sus trabajos por el aula e indicaríamos en cada uno de ellos una cartela con el nombre del niño que lo ha realizado y el título de la obra. Invitaríamos a los padres y familiares a que viniesen a ver nuestra pequeña exposición y en ella cada niño tendría que decir por qué ha realizado esa obra,  qué materiales ha utilizado y las sensaciones que le suscita.

En todo momento, yo me mantendría al margen de toda intervención para dotar a los niños de la total palabra y que con esta actividad desarrollen la capacidad de habla en público. Sin embargo, dependiendo de cómo transcurriese la explicación de cada niño sí que ayudaría a éstos si presentan alguna dificultad para expresarse pero siempre mediante preguntas no directas, guiando pero sin dar las respuestas.





Modos de mirar. Tate Gallery

MODOS DE MIRAR- TATE GALLERY

            Para empezar la reflexión sobre los modos de mirar que tenemos con respecto a las obras de arte, cabe mencionar lo primero de todo debemos replantearnos qué uso tienen y le damos a las imágenes en el contexto escolar.


         Cuando trabajamos con los niños una imagen, principalmente se realiza con el objetivo de comprender éstas en relación con el arte ya que están consideradas como una fuente de experiencia y oportunidad educativa. Una imagen no representa algo general, algo abstracto, sino que hablan el mundo interior de quien la ha creado. Se trata principalmente de una forma de expresar aquello que pensamos, opinamos; se trata de un espejo que refleja la visión que tenemos del mundo en el que vivimos. Sin embargo, ese reflejo no sale a la luz si no tomamos conciencia sobre lo que realmente está pasando en esa imagen, si no somos capaces de observar con ojos analistas e intentando descubrir qué es lo que el artista ha intentado plasmar, y nos limitamos únicamente a mirar un cuadro que puede que nos resulte bonito o no. Por lo tanto, debemos enseñar a los niños a observar, a analizar cada imagen que se les presenta, ya que así es la única manera en la que obtendrán conocimiento sobre lo que ahí se representa, así como también desarrollaran la experiencia que esa imagen les brinda. 

   
Por todo esto mencionado, se presenta en el Tate Gallery (Londres) una exposición denominada “Modos de mirar” cuyo principio pedagógico se basa fundamentalmente en que el proceso de desarrollo de interpretación es se consigue ampliando las respuestas personales y construyendo nuevos hábitos de observación de las obras de arte a través de un programa de enseñanza. 

Sin embargo, el problema real se halla al intentar enseñar técnicas para interpretar lo que las imágenes cuentan y evitar que todos obtengan la misma interpretación. Considero que si establecemos un programa de enseñanza el cual establezca unas determinadas pautas, podemos caer en el error de que los niños observen directamente aquello que responda a esas pautas, a ese guión y se olviden de destacar aquello que realmente les suscita la imagen. Debemos potenciar en los niños la observación personal, que se detengan ante las imágenes y sean capaces de expresar su propia percepción de las mismas, así como desarrollar al mismo tiempo una mirada crítica que les permita tomar conciencia de su propia interpretación del mundo.

            Para conseguir ese principio pedagógico, la Tate Gallery presenta los marcos o plantillas. Éstos son enfoques diseñados para fomentar una comunidad de investigación en la que la discusión y el debate son integrales y las ideas de cada persona son igual de significantes.

Estos marcos o plantillas son cuatro:
o  Mirar desde lo personal - ¿qué aporto?
o  Analizando el tema - ¿sobre qué trata?
o  Mirando al objeto -  ¿qué es lo que puedo ver?
o  Analizando el contexto - ¿relacionando la obra de arte con el mundo?

Estos cuatro enfoques para mirar las obras de arte, pueden ser utilizadas como marcos donde colgar ideas. Muchas veces, las ideas se moverán entre categorías y provocarán discusiones interesantes. 

Un ejemplo de esto es el vídeo que Imanol nos muestra. Éste trata sobre un barrio barcelonés, más concretamente el barrio del Raval. Este barrio, hace unos años, estaba constituido por familias de bajo poder económico lo que caracterizaba el lugar por tener una gran variedad de culturas. El lugar residencial estaba formado por viviendas viejas, y los propietarios no sacaban una rentabilidad suficiente por lo que decidieron reconstruir el barrio con viviendas de semi-lujo a modo de solución. 

Durante el proceso de “limpieza” de esa parte de la ciudad, resurgieron bajo tierra restos de la civilización romana por lo que decidieron detener las obras. A la pregunta a la que llegamos con este vídeo es, ¿cómo cuatro restos arqueológicos dan a cada persona la oportunidad de hablar de cosas tan diferentes?
Con forme avanza el vídeo, van apareciendo diferentes personas (abuelos, niños, gente borracha…) dando su opinión.

Pues bien, todas estas opiniones que van dando la gente, no son más que oportunidades para el aprendizaje. Cada opinión, cada reflexión de cómo cada uno ve ese resurgimiento nos brinda, a quienes lo vemos, la oportunidad para darnos cuenta de la visión que ellos tienen de esa situación en particular pero también de cómo perciben ellos de manera global las cosas. Otra cosa que estas opiniones nos llegan a despertar es preguntarnos a nosotros mismos, cómo es ese “yo” que mira y cómo damos a conocer y negociamos los diferentes puntos de partida de los individuos dentro de un mismo grupo. 

        Para trabajar con las cuatro plantillas o marcos anteriormente mencionados propondría una actividad basada en una de las prácticas que realizamos en la asignatura de medio social que creo que es idónea para trabajar lo que se plantea en la Tate Gallery. Quizá muchas de mis compañeras también hayan recurrido a ella para presentarla en este portafolio pero no quería dejar pasar la oportunidad de realizar una buena propuesta en mi reflexión individual.
Esta práctica está basada en la mera observación de un cuadro (La libertad guiando al pueblo en  las barricadas de Eugène Delacroix) con el propósito de que los niños consigan apreciar una obra, que se enfrenten a ella de manera personal creando su propio concepto.
            En primer lugar, realizaríamos una primera lectura connotativa que permite el contacto intuitivo, subjetivo y emotivo. Así, realizaría una serie de preguntas a los niños que les acercase a una primera observación del cuadro, ya que es interesante que los alumnos se planteen preguntas que les gustaría responder, reflejando sus inquietudes o curiosidades. Estas preguntas serían del tipo:
  •           ¿Qué os sugiere el cuadro?
  •           ¿Podríais contarme una historia a cerca de este cuadro?
  •           ¿Cuál es el título que creéis que mejor le va?
  •           ¿Qué es lo que más os gusta de esta imagen?
  •           ¿Qué aspecto tendríais vosotros dentro del cuadro?
  •          ¿Creéis que todas las personas vestían igual?
  •           Etc. 

               Tras la lectura connotativa, realizaríamos otra denotativa la cual permite conocer el contexto y el contenido de la obra. Primero, describiríamos el cuadro en su conjunto, los aspectos más generales del mismo; y luego iríamos desentrañando los detalles secundarios. Así pues, en primer lugar realizaríamos una asamblea para trabajar el contexto y el contenido de la obra y en la que nombraríamos también el autor (Eugène Delacroix). Hablaríamos de la historia que hay detrás de ese cuadro, qué sonidos la rodearían.

Así, es importante también que veamos los objetos de manera sistemática para que el niño obtenga un punto de referencia a partir de su experiencia y pueda contestar a preguntas del tipo:
  •           ¿Qué personas veis?
  •           ¿Dónde están?
  •           ¿Qué hacen?
  •           Etc.

Y después, realizaríamos otras preguntas que respondiesen a preguntas más detalladas como por ejemplo:
  •           ¿Qué llevan puesto?
  •           ¿Qué sostienen?
  •          ¿Llevarían esa ropa todos los días?
  •           Etc.

Tras las preguntas se propondría a los niños que se pintasen dentro del cuadro.

          Por último, realizaríamos una lectura formal la cual posibilita la relación entre expresión y significación del objeto a través de los elementos que ordenan el pensamiento visual. Así pues, analizaríamos los componentes de la imagen como el color, las líneas, las formas, texturas, el espacio…
Para finalizar con esta actividad relacionada con el cuadro La libertad guiando al pueblo en las barricadas, crearemos una historia en la que los niños sean los protagonistas y en la que trabajaremos las nociones temporales. Representaremos de manera breve una batalla en la que yo, como maestra, irá dándoles indicaciones hacia dónde deban ir los pequeños guerreros en busca de los enemigos. Recorreremos el espacio en el que tengan que ir arriba de/debajo de, a la derecha/a la izquierda, detrás de/delante de… Tras la participación de todos en esta representación, propondría que realizasen un dibujo libre sobre lo que más les haya gustado o llamado la atención de todo el desarrollo de la actividad.