MODOS DE MIRAR- TATE GALLERY
Para
empezar la reflexión sobre los modos de mirar que tenemos con respecto a las
obras de arte, cabe mencionar lo primero de todo debemos replantearnos qué uso
tienen y le damos a las imágenes en el contexto escolar.
Cuando
trabajamos con los niños una imagen, principalmente se realiza con el objetivo
de comprender éstas en relación con el arte ya que están consideradas como una
fuente de experiencia y oportunidad educativa. Una imagen no representa algo
general, algo abstracto, sino que hablan el mundo interior de quien la ha
creado. Se trata principalmente de una forma de expresar aquello que pensamos,
opinamos; se trata de un espejo que refleja la visión que tenemos del mundo en
el que vivimos. Sin embargo, ese reflejo no sale a la luz si no tomamos conciencia
sobre lo que realmente está pasando en esa imagen, si no somos capaces de
observar con ojos analistas e intentando descubrir qué es lo que el artista ha
intentado plasmar, y nos limitamos únicamente a mirar un cuadro que puede que
nos resulte bonito o no. Por lo tanto, debemos enseñar a los niños a observar,
a analizar cada imagen que se les presenta, ya que así es la única manera en la
que obtendrán conocimiento sobre lo que ahí se representa, así como también
desarrollaran la experiencia que esa imagen les brinda.
Sin embargo, el problema real se
halla al intentar enseñar técnicas para interpretar lo que las imágenes cuentan
y evitar que todos obtengan la misma interpretación. Considero que si
establecemos un programa de enseñanza el cual establezca unas determinadas
pautas, podemos caer en el error de que los niños observen directamente aquello
que responda a esas pautas, a ese guión y se olviden de destacar aquello que
realmente les suscita la imagen. Debemos potenciar en los niños la observación
personal, que se detengan ante las imágenes y sean capaces de expresar su
propia percepción de las mismas, así como desarrollar al mismo tiempo una
mirada crítica que les permita tomar conciencia de su propia interpretación del
mundo.
Para
conseguir ese principio pedagógico, la Tate Gallery presenta los marcos o
plantillas. Éstos son enfoques diseñados para fomentar una comunidad de
investigación en la que la discusión y el debate son integrales y las ideas de
cada persona son igual de significantes.
Estos marcos o plantillas son
cuatro:
o Mirar desde
lo personal - ¿qué aporto?
o Analizando
el tema - ¿sobre qué trata?
o Mirando al
objeto - ¿qué es lo que puedo ver?
o Analizando
el contexto - ¿relacionando la obra de arte con el mundo?
Estos cuatro enfoques para mirar las
obras de arte, pueden ser utilizadas como marcos donde colgar ideas. Muchas
veces, las ideas se moverán entre categorías y provocarán discusiones
interesantes.
Un ejemplo de esto es el vídeo que Imanol nos muestra. Éste trata sobre un barrio barcelonés, más concretamente el barrio del Raval. Este barrio, hace unos años, estaba constituido por familias de bajo poder económico lo que caracterizaba el lugar por tener una gran variedad de culturas. El lugar residencial estaba formado por viviendas viejas, y los propietarios no sacaban una rentabilidad suficiente por lo que decidieron reconstruir el barrio con viviendas de semi-lujo a modo de solución.
Durante el proceso de “limpieza” de esa parte de la ciudad,
resurgieron bajo tierra restos de la civilización romana por lo que decidieron
detener las obras. A la pregunta a la que llegamos con este vídeo es, ¿cómo
cuatro restos arqueológicos dan a cada persona la oportunidad de hablar de
cosas tan diferentes?
Con forme avanza el vídeo, van apareciendo diferentes
personas (abuelos, niños, gente borracha…) dando su opinión.
Pues bien, todas estas opiniones que van dando la gente, no son
más que oportunidades para el aprendizaje. Cada opinión, cada reflexión de cómo
cada uno ve ese resurgimiento nos brinda, a quienes lo vemos, la oportunidad
para darnos cuenta de la visión que ellos tienen de
esa situación en particular pero también de cómo perciben ellos de manera
global las cosas. Otra cosa que estas opiniones nos llegan a despertar es
preguntarnos a nosotros mismos, cómo es ese “yo” que mira y cómo damos a
conocer y negociamos los diferentes puntos de partida de los individuos dentro
de un mismo grupo.
Para trabajar con las cuatro plantillas o marcos anteriormente
mencionados propondría una actividad
basada en una de las prácticas que realizamos en la asignatura de medio social
que creo que es idónea para trabajar lo que se plantea en la Tate Gallery.
Quizá muchas de mis compañeras también hayan recurrido a ella para presentarla
en este portafolio pero no quería dejar pasar la oportunidad de realizar una
buena propuesta en mi reflexión individual.
Esta práctica está basada en la mera observación de un cuadro (La
libertad guiando al pueblo en las barricadas de Eugène Delacroix) con el propósito de que los niños consigan apreciar una obra, que
se enfrenten a ella de manera personal creando su propio concepto.
En primer lugar,
realizaríamos una primera lectura connotativa que permite el contacto
intuitivo, subjetivo y emotivo. Así, realizaría una serie de preguntas a los
niños que les acercase a una primera observación del cuadro, ya que es
interesante que los alumnos se planteen preguntas que les gustaría responder,
reflejando sus inquietudes o curiosidades. Estas preguntas serían del tipo:
- ¿Qué os sugiere el cuadro?
- ¿Podríais contarme una historia a cerca de este cuadro?
- ¿Cuál es el título que creéis que mejor le va?
- ¿Qué es lo que más os gusta de esta imagen?
- ¿Qué aspecto tendríais vosotros dentro del cuadro?
- ¿Creéis que todas las personas vestían igual?
- Etc.
Tras
la lectura connotativa, realizaríamos otra denotativa la cual permite
conocer el contexto y el contenido de la obra. Primero, describiríamos el
cuadro en su conjunto, los aspectos más generales del mismo; y luego iríamos
desentrañando los detalles secundarios. Así pues, en primer lugar realizaríamos
una asamblea para trabajar el contexto y el contenido de la obra y en la que
nombraríamos también el autor (Eugène Delacroix). Hablaríamos de la historia
que hay detrás de ese cuadro, qué sonidos la rodearían.
Así,
es importante también que veamos los objetos de manera sistemática para que el
niño obtenga un punto de referencia a partir de su experiencia y pueda
contestar a preguntas del tipo:
- ¿Qué personas veis?
- ¿Dónde están?
- ¿Qué hacen?
- Etc.
Y
después, realizaríamos otras preguntas que respondiesen a preguntas más
detalladas como por ejemplo:
- ¿Qué llevan puesto?
- ¿Qué sostienen?
- ¿Llevarían esa ropa todos los días?
- Etc.
Tras
las preguntas se propondría a los niños que se pintasen dentro del cuadro.
Por último,
realizaríamos una lectura formal la cual posibilita la relación entre expresión
y significación del objeto a través de los elementos que ordenan el pensamiento
visual. Así pues, analizaríamos los componentes de la imagen como el color, las
líneas, las formas, texturas, el espacio…
Para finalizar con esta actividad relacionada con el cuadro La libertad guiando al pueblo en las barricadas, crearemos
una historia en la que los niños sean los protagonistas y en la que
trabajaremos las nociones temporales. Representaremos de manera breve una
batalla en la que yo, como maestra, irá dándoles indicaciones hacia dónde deban
ir los pequeños guerreros en busca de los enemigos. Recorreremos el espacio en
el que tengan que ir arriba de/debajo de, a la derecha/a la izquierda, detrás de/delante
de… Tras la participación de todos en esta representación, propondría que
realizasen un dibujo libre sobre lo que más les haya gustado o llamado la
atención de todo el desarrollo de la actividad.