ARTE COMO REPRESENTACIÓN DE LA REALIDAD

     ARTE COMO REPRESENTACIÓN DE LA REALIDAD

Habitualmente se concibe el arte como representación de la realidad. Unas veces trata de imitar la naturaleza o todo lo que conforma el entorno que nos rodea, otras en cambio imita acciones o relaciones entre los seres humanos. Así pues, creo que la calidad del arte depende del grado de aproximación que se consiga entre la representación y lo representado.

Los ejemplos de representación con los que contamos hoy en día están determinados por las propias formas artísticas. Así por ejemplo un retrato, suele estar sobre un lienzo plano, utilizando unos materiales determinados para según qué partes del mismo. Considero que para la realización de aquello que queremos representar no existen materiales ni técnicas fijas, sino que debemos experimentar, innovar y combinar los materiales que queramos con el único objetivo de representar nuestros sentimientos o visiones del mundo y no centrarnos solo en la estética del producto final.

            Sin embargo, considero que la realidad, por muy verdadera que sea, no debería ser considerada como arte o no arte, sino que lo que debería primar es el rasgo simbólico que ésta trata de representar.

            Retomando el tema de la imitación, me gustaría puntualizar que trabajar el arte y la plástica en educación infantil no debería basarse en ningún momento en la imitación de las obras de autores conocidos. Así pues, mi propuesta de la actividad en el aula sería entorno a un dibujo que tendrían que realizar mis alumnos de manera libre y utilizando los materiales que quisieran, pero que representase la realidad tal y como la conocen y perciben. 

Con esta actividad pretendo que se rompa con la tradicional actividad de imitar una obra de arte conocida. En la actualidad, por lo menos en el colegio en el que tuve la oportunidad de realizar las prácticas el curso pasado, trabajaban la mímesis como algo natural. Me parece una pérdida de tiempo y un tanto lamentable que la plástica sea concebida como la mera imitación de creaciones de otras personas y considero que esto limita la creatividad de los niños, cosa que bajo ningún concepto debería permitirse.

Después de que realizasen los dibujos realizaríamos una asamblea en la que cada niño expusiera su dibujo explicando por qué lo ha realizado y que quería representar con él; nombrando también qué materiales ha utilizado. Con esta asamblea pretendo que los niños desarrollen la capacidad de hablar en público así como otorgarles el importante papel de protagonismo y romper con el esquema de: la maestra es quien sabe de todo y los niños solamente son quienes deben adquirir los conocimientos.

Tras la asamblea, y de manera audiovisual, proyectaría a los niños algunas de las obras más importantes en el que se representase la realidad. Con ello quisiera dar a los niños la oportunidad para que pudiesen establecer comparaciones con sus creaciones, a la vez que obtuviesen conocimientos a cerca de autores conocidos que utilizan el arte como medio de expresión y de representación de cómo veían la realidad o la sociedad en la que vivían.

Esta actividad iría dentro de un proyecto al que titularía Realidad o ficción que estaríamos trabajando en ese momento. En él veríamos los distintos medios de ver tanto la realidad como la ficción, las distintas formas de representarlas, de trabajarlas y establecer las comparaciones que las diferencian.

            Como conclusión me gustaría volver a mencionar que la forma de trabajar el arte en las aulas no me parece la más adecuada. Cuando yo era pequeña la plástica en educación infantil apenas era trabajada, y cuando se hacía se basaba principalmente en la mera copia de obras de otros artistas o en pequeñas figuras en las que se afanaban las formas geométricas.
 Sí que es cierto que en numerosas ocasiones, y sobre todo con forme subía de nivel educativo, las creaciones que realizaba eran más complejas y se asentaba en realizar trabajos que tenían que ver con aprendizajes de otras materias y lo único que trabajábamos de manera más variada eran los materiales que utilizábamos. Así por ejemplo, me acuerdo en 3º de primaria que debíamos realizar el interior del cuerpo humano en chapa de okume y mediante unas pinzas y una pila de petaca, al seleccionar un órgano la bombilla que correspondía con su nombre se encendía.

 Con todo esto quiero decir que durante este curso me he dado cuenta de que mis docentes no daban ninguna importancia a las artes plásticas y visuales como yo he aprendido a hacer para con mis futuros alumnos. Y ahora soy consciente de la gran importancia que esto abarca.
También me gustaría comentar que hasta este curso no me había encontrado con la idea del arte como expresión y que hasta entonces no había salido ni la idea de la representación como copia y la idea de la representación como símbolo. El curso pasado dimos arte pero simplemente se bajaba en aprender autores, sus obras, tipos de arte… es decir, la mera historia de arte que considero que de poco sirve.
Por tanto, y ya termino, como futura maestra potenciaré en mis alumnos la libre expresión y el cultivo de la imaginación y la creatividad que considero que en muchas ocasiones es olvidado para centrarse en los propios intereses de la maestra, como se daba en el colegio en el que hice las prácticas, o simplemente porque es un ámbito del currículo que hay que abordar, como se daba en mi colegio. Debemos tomar conciencia de que con la representación de la realidad los niños toman conciencia de manera crítica los mundos sociales y culturales en los que viven y se producen sus realidades, y este es el único objetivo que tenemos que tener en cuenta al trabajar con ellos este ámbito de tal importancia.

La principal razón educativa de esta propuesta consiste en proporcionar fundamentos a los estudiantes para comprender críticamente los mundos sociales y culturales en los que viven y se producen sus relaciones.