USOS DEL
ARTE.
Como se menciona en el texto “Sobre
los usos del arte en Educación Infantil”, en los últimos años la presencia de
las artes en la escuela está emergiendo de nuevo. La escasez del mismo como
tema didáctico, quizá tenga que ver con la concepción de que los niños de
educación infantil no tienen completamente desarrollada la capacidad para
relacionarse con las obras de arte. Parece que esta concepción está empezando a
caer, pero considero que hoy en día el porcentaje de este tipo de pensamiento,
lamentablemente, es mayor que el de que los niños sí son capaces de establecer
relación con el arte con la misma agilidad y capacidad que una persona adulta,
incluso me atrevería a decir que mayor dada su facilidad para adquirir nuevos
conocimientos.
Los tiempos han cambiado en toda
instrucción educativa. Hace unos años resultaba imposible encontrar un libro de
arte en las bibliotecas escolares, cosa con la que ahora podemos contar sin
ningún problema. Considero primordial que los niños cuenten con todo tipo de
recursos didácticos y que estos estén a su alcance para ser utilizados cuando
se necesiten.
Ya que he mencionado libro de arte, quiero aprovechar para hablar sobre un libro que posee Imanol. ADATZA: La escuela tenía una proyección en el taller de escultura en la que se encontraba Imanol y de cuya experiencia solo queda el libro que tiene él. La escuela no disponía de mucho capital y en las festividades alumnos y profesores iban por los caseríos para sacar dinero para poder comprar material escolar y realizaban concursos con el mismo propósito. Los niños comenzaron con la realización de máscaras y después empezaron a hacer esculturas, lo que les entusiasmaba, les fascinaba jugar a ser escultores y ponían sus propios títulos a sus obras. Con esto vemos que no se trabaja la mera copia de las obras de un artista, sino que se trata de representaciones.
En el texto anteriormente citado, “Sobre
los usos del arte en Educación Infantil”, se plantean dos cuestiones que tienen
preocupado al autor.
La primera, es la
repetición sobre el trabajo exclusivo con determinados artistas. También la
tendencia de usar la pintura, entendiendo como tal la presencia del color, idea
considerada imprescindible en el trabajo con artes en educación infantil.
Los artistas con los que más se trabaja con los más pequeños son sobre
todo Miró y Paul Klee, aunque también destacan Kandisnky, Matisse o Mondrian. Éstos
destacan porque la mayor parte de sus obras se construyen a partir de “colores
básicos”. En mi opinión, creo que los colores básicos son muy adecuados para
los niños de educación infantil porque al fin y al cabo son con los que más se
familiarizan. Sin embargo, creo que nuestra labor como docentes va mucho más
allá de semejantes simplificaciones, y creo que los niños son suficientemente
capaces para aprender y familiarizarse de igual forma con gamas más complejas
de colores. Además una muy buena técnica para que los niños interioricen más
colores, sería proponerles que manipulen con ellos, que investiguen qué colores
deberían usar para crear otros, con qué colores pueden crear otros más claros,
etc.
Otras de las cuestiones,
que con el autor de este artículo estoy totalmente de acuerdo, es que en la
cultura occidental actual se pretende apartar a los niños de la vida real,
mostrándoles solamente un mundo ficticio, sin conflictos, donde todo rezuma
alegría y bienestar. Me parece muy triste que se pretenda sumergir a los niños
en un “bunker” donde todo lo que les rodea sea alegría y de color de rosa. Creo
que los niños deberían ser conscientes de lo que pasa en su entorno, y la
docente ser el medio que proporcione este saber ya que, como bien sabemos, es
este entorno el que influye enormemente en muchos ámbitos de nuestros
pensamientos o el que hace que actuemos o percibamos las cosas de una manera u
otra.
La segunda es la
utilización de propuestas y actividades orientadas a que los niños aprendan, únicamente,
a reconocer los nombres de los artistas, sus biografías y obras.
En el sistema educativo antiguo, el estudio de la plástica se basaba en
reproducir las obras de los artistas estudiados o en hacer simulacros de sus
pensamientos que derivan en actos puramente mecánicos de recortar, puntear o
calcar. Sinceramente agradezco no estar formándome para el sistema educativo
que trabaja de esta manera una de las áreas educativas que considero más
importante, dada su gran capacidad para desarrollar en los niños la creatividad
y la imaginación, aspectos muy importantes en la formación de una persona.
Desgraciadamente, no estamos muy lejos de esa práctica educativa, ya que las
docentes de mayor edad instruidas en ese sistema siguen trabajando la plástica,
a día de hoy, de esa manera con sus alumnos.
En mi opinión, creo que está muy bien que los niños conozcan diferentes
artistas y que vean cómo trabajan, pero a la hora de ser ellos los artistas,
deberíamos dejarles experimentar y manipular a su antojo los elementos
plásticos.
La actividad que yo
propondría a mis alumnos para trabajar los distintos usos del arte, consistiría
principalmente en una asamblea donde por medio de técnicas audiovisuales, daría
a conocer los artistas que más considerase oportunos para trabajar después con ellos.
Tras la asamblea, dotaría a los niños de una gran cartulina a cada uno,
que junto con todo tipo de pinturas (de dedos, acuarelas, ceras…) deberían realizar
un lienzo en el que trabajar las técnicas o colores que hemos visto en la
asamblea (siempre de manera libre potenciando la experimentación y expresión).